Esta web pretende mantener vivo el recuerdo de la II República y trabajar para el advenimiento de la III, sabemos perfectamente que no se puede construir el futuro con recuerdos del pasado, flaco favor nos haríamos si encarásemos el mañana desde el rencor y la añoranza. Debemos avanzar hacia un nuevo modelo de estado con la ilusión y la esperanza de conseguir un estado más justo y más libre donde vivir y convivir en libertad.

Pero sin embargo, los logros de la II República, nacida en una situación de crisis internacional e interna con grandes similitudes a la situación actual deben hacernos reflexionar.

En un contexto internacional fuertemente marcado por el crac del 29 y la gran depresión, con el estado español exhausto económicamente por las guerras de África y la corrupción de los gobiernos de Alfonso XIII, la República fue capaz de marcar como prioridades aquellas políticas que debían servir para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.

La educación fue la punta de lanza de esas políticas, bajo el lema “la educación nos hará libres”, se sembró España de escuelas públicas y se aplicaron métodos pedagógicos pioneros en su tiempo y que hoy aun veríamos como modernos, se consiguió un crecimiento espectacular en los índices de escolarización, convirtiéndose en el país líder en Europa en escolarización femenina.

Fue puntera también en legislación sobre igualdad, capaz de, en plena crisis, mejorar los salarios y las condiciones de vida de las clases humildes y trabajadores… En definitiva fue ejemplo durante su corta vida que había una salida social a la crisis.

Es por ello que, en estos momentos en que Europa y España están abrazando políticas neoliberales que favorecen a las grandes oligarquías y poderes económicos, en detrimento de la ciudadanía, sembrando de miseria y desigualdad la sociedad, todo ello bajo la escusa de que es necesario en pro de salir de una crisis en la que esas mismas políticas nos metieron. Debemos tener claro que nos mienten, que como demostró la II República posible otra salida.

Creemos necesario y urgente la apertura de un proceso constituyente, que no solo sirva para cambiar una jefatura del estado, anacrónica, impuesta y abanderada de las oligarquías imperantes, por una realmente representativa y democrática. Si no, que queremos un proceso constituyente que nos lleve a un modelo político participativo y donde los ciudadanos y ciudadanas sean el eje sobre el cual gire un estado hecho por y para ellos y ellas.

Una nueva constitución donde derechos como la educación, la sanidad, la vivienda, el empleo o la igualdad, no se queden en simples palabras vacías de contenido, si no que sean leyes reglamentadas y aplicadas en pro de las personas. Una III República donde los ciudadanos sean realmente soberanos de sus vidas y su futuro.